ESCANDA, ESCANDIA o ESCAÑA, ‘especie de trigo’, del lat. tardío SCANDŬLA íd.

1.ª doc.: scanda de Asturias, Cronicón Albeldense, escrito en 883 y 976 (Esp. Sagr. XIII, 435), entre «las cosas célebres de España»; Ȑišqâlya, S. XI, Glos. Latino-Arábigo de Leyden; escandia h. 12851; «escandia, especie de trigo: far; ador», Nebr.; más documentación de escanda en el S. XV, BHisp. LVIII, 90; escaña, 1607, Oudin; 1611, Covarr.; escanda, 1616, Oudin; 1732, Aut.

La forma mozárabe Ȑišqâlya (o Ȑišqâliya, Ȑašqâliya) se halla también en Abenbuclárix (1106), Abenalbéitar, Abenalauam, Abulualid, Abentarif, y en el árabe de Sicilia (Simonet, s. v. excália), así como en el Anónimo de h. 1100 (Asín, Glos., 139-140), traducido por unos como «far, scandula», por otros como «triticum spelta», o más vagamente como una especie de trigo o cebada; de modo que semánticamente no es aceptable la idea de Colin (Hespéris VI, 69) de que venga del lat. SEGALE ‘centeno’, aunque sea exacto que hoy en la cabila marroquí de los Jbâla septentrionales designe una especie de centeno de espiga muy achatada. Hoy escalla se emplea en Aragón (Borao, Coll A.), y la Acad. lo registra desde 1899 como nombre del carraón, especie de trigo semejante a la escanda; port. escândea [1624, 1647: Moraes] o escanda; escanla se halla en doc. gallego de 1266 (cita de Fz. Guerra, en su ed. del Fuero de Avilés, p. 77)2. Hoy la escanda (Rato) se cultiva especialmente en Asturias (M-L. cita variantes ast. escaña, escalla), comp. Dantín Cereceda, Distribución geográfica de la escanda asturiana en Estudios Geográficos, Madrid, 1941, II, 739-97; secundariamente en esta región toma además el sentido ‘variedad de manzana de tamaño regular y de color verde, con manchas pardas’ (V), esgaña ‘variedad de pera muy desabrida’ (V; artículo que al parecer borró el autor en su ejemplar de mano, del que tengo microfilm). En latín se halla SCANDALA en Plinio, y una variante de forma más latinizada, SCANDŬLA, que figura en el Edicto de Diocleciano, en San Isidoro (Etym. XVII, iii, 11) y en varios glosarios (CGL III, 505.76; 429.64) es la que probablemente daría las formas romances; para la evolución fonética, comp. AGALLA, ESPUNDIA, SENDOS, COYUNDA, ENJUNDIA; aunque el port. escândea podría salir de SCANDLA (> escánde(l)a), admitiendo que el cast. escandia fuese portuguesismo. Nuestro vocablo, que en latín parece ser de origen extranjero, se ha conservado, además de España, en ciertas hablas italianas y en Cerdeña: logud. isçándula (M. L. Wagner, ASNSL CXXXV, 117). Hay que rechazar la idea de Baist, GGr. I2, § 51, de que escandia, con candial, venga del ár. qaƫnîya (vid. ALCANDÍA). Lo que ocurre es que, si bien este vocablo debió de tener sus primeras raíces en Oriente, recibiría en el nuevo ambiente hispano-mauritano una trasfusión de sangre occidental, que seguramente, además de anfianzar su vitalidad, le cambió el sentido y aun algo la forma. Los diccionarios clásicos lo vocalizan como quƫnîya, y allí designa (además del algodón) varias o todas las legumbres (habas, lentejas, guisantes, etc.). Todavía nuestros R. Martí y el glosador leydense le reconocen esas acepciones: «vicia» dice R. Martí, pero él ya lo vocaliza qaƫnîya, y además la emplea, al parecer, para una especie de forraje («adaza vel melica») que hoy en Túnez y Argelia se ha convertido en el nombre del maíz y se vocaliza en todas partes con a (Dozy II, 377b); en fin, en Granada catnía se convirtió precisamente en el nombre de la escandia, según el testimonio de PAlc. No es extraño, pues, que Baist se engañara, tomando por padre de la voz española, el que en realidad fué, por decirlo así, su hijastro. Estimo que se impone rectificar la idea de Baist y no menos radicalmente que lo indicado. De lo que no estoy tan seguro es de que no hubiera algo de recíproco en la hibridación. ¿No habrá en la terminación -ía del castellano, explicable en sí, pero no en forma tan clara, una acción de rechazo? El hispanoárabe qaƫnîya ‘escandia’, que tanto ingrediente romance había absorbido, pudo a su vez contagiar su terminación al castellano. Adviértase que según las normas acentuales del vulgar hispánico el acento de , -îya suele retroceder cuando la sílaba precedente es larga. PAlc. ha respetado la acentuación purista, pero es de creer que los moriscos pronunciaran qaƫniya.

DERIV.

Escaño ‘escanda’, ant. [Acad. ya 1843].

1 M. P., NRFH VII, 50: no veo la necesidad de pensar en un portuguesismo medieval.―

2 Vco. (salac. y ronc.) eskanda ‘especie de trigo’.